LA RIQUEZA DEL CASTELLANO
Un ejemplo de la riqueza del castellano es el
número de significados o acepciones que creamos con una simple palabra, como
es, sin duda, la muy conocida y frecuentemente utilizada que hace referencia a
los atributos masculinos: COJONES, O HUEVOS.
Si va acompañada de un numeral tiene
significados distintos, según el número utilizado así:
Uno, significa caro o
costoso: ("Valía un cojón") ("Valía un huevo")
Dos, significa valentía:
("Tiene dos cojones") ("Tiene dos huevos")
Tres, significa desprecio:
("Me importa tres cojones") ("Me importa tres huevos")
Muchos implica complejidad:
("Ese problema tiene muchos cojones")
Un
número muy grande y par, significa
dificultad: ("Me ha costado mil
pares de cojones")
En las frases hechas el verbo cambia el significado:
Tener indica valentía:
("Aquella persona tiene cojones")
Aunque en
admiración puede indicar sorpresa: ("Tiene cojones")
("Tiene huevos")
Poner, expresa un reto,
especialmente si se ponen en algunos lugares concretos:
("Puso los cojones encima de la
mesa")
Cortándolos son utilizados para apostar: ("Me corto los
cojones")
("Me corto los huevos")
O incluso para amenazar: ("Te corto los cojones")
Otra amenaza muy común es colgar a alguien por ellos: ("Te voy a colgar por los
huevos" ó "de los cojones")
Además, el
tiempo del verbo utilizado cambia radicalmente el significado de la frase.
Así,
El
presente indica molestia ó hastío: ("Me toca los cojones")
El
reflexivo significa vagancia: ("Se toca los cojones todo el día")
Pero el
imperativo vuelve a significar sorpresa: ("Tócate los cojones")
Los
prefijos y sufijos modulan su significado. a- expresa miedo: ("Estoy
acojonado" "Que acojono")
El
prefijo “des-“ significa reírse: ("Es para descojonarse", "Que
descojono")("Es para deshuevarse", "Que deshueve")
El sufijo “-udo” o “-udamente”, indica
perfección: ("Es un plan cojonudo" "Lo ha hecho
cojonudamente") ("Es un plan huevudo" "Lo ha hecho
huevudadamente")
El sufijo “-azo” se refiere a la
indolencia, abulia pachorra que tiene : ("Eres un cojonazos") (vaya
cojonazos que tiene).
Las preposiciones matizan la expresión:
"de" significa éxito o
complacencia: ("El examen me salió de cojones" "La cena estaba
de cojones"
"por" expresa
voluntariedad: ("Lo haré por cojones")
"hasta" expresa el límite de
paciencia o aguante: ("Estoy hasta los cojones")
"con" indica valor:
("Era un hombre con cojones") y, consecuentemente,
“Sin”, la cobardía:
("Es un torero sin cojones")
Especialmente curioso es el hecho de que el color, la forma o la simple tersura
aportan significados adicionales.
El
color violeta expresa frío (en
Soria): ("Se me quedaron los cojones morados")
El
desgaste significa experiencia: ("Tenía los cojones pelados de
repetirlo")
Naturalmente también son importantes el tamaño o la posición. ("Tenía
dos cojones grandes y bien plantados o [puestos]")
Sin
embargo, existen tamaños concretos que
no pueden superarse: ("Tiene los cojones como el caballo del Cid"
ó "como el caballo de Santiago")
Y cuando se tienen de tan descomunal tamaño se traduce en torpeza o vagancia suprema:
("le cuelgan", "se los pisa", "se sienta sobre
ellos")... e incluso: ("Necesita una carretilla para llevarlos")
Los
atributos de algunos animales adquieren significados concretos, generalmente
expresando éxito, complacencia o aceptación: ("El pastel está de cojón de
mico") ("La paella te salió de cojón de pato")
La interjección "¡cojones!" significa sorpresa, y cuando uno se
halla perplejo los solicita: ("Manda cojones")
Es precisamente en ellos donde reside la
voluntad, y es de ellos de donde surgen las órdenes: ("Me sale de los
cojones") En resumen, será difícil encontrar una palabra en castellano o
en otros idiomas con mayor número de acepciones.